Un tiempo atrás, se te ocurrió probar suerte encontrando el amor en
los portales de citas. Armaste tu perfil y luego te pusiste a evaluar a
posibles candidatos.
Y, qué sorpresa, encontraste un perfil que es justo lo que estabas
buscando. Desde su edad hasta su apariencia física. Desde los gustos
musicales hasta sus creencias políticas o religiosas, todo parece
encajar a la perfección con la persona ideal para ti.
Pero, ¡un momento! ¿Es posible que surja el amor virtual a primera vista?
¿Qué es el amor a primera vista?
Definamos primero lo que entendemos por amor a primera vista. Se
trata de un sentimiento repentino que experimentamos al conocer a una
persona que nos enloquece y nos fascina.
Mareos repentinos, sudoración, torpeza, problemas para hablar con
coherencia, palidez o, por el contrario, rubor… todo esto no es producto
del amor, sino de una descarga de hormonas, entre ellas la adrenalina,
que hace que nuestra visión del mundo se altere momentáneamente al estar
en contacto con ese ser tan especial.
¿Es esto lo mismo al amor? De ninguna manera, si consideramos que el
amor es un sentimiento duradero, con raíces sólidas, que se sostiene en
el tiempo.
El amor a primera vista es, en el mejor de los casos, un
enamoramiento. Eso sí, con suerte podría terminar transformándose en
amor, pero para ello hace falta mucho tiempo y conocer bien a la otra
persona, para saber si una vez que se haya extinguido la fascinación
inicial sigue pareciéndonos interesante.
El problema del amor virtual
Al conocer en persona a alguien, por más que no hablemos, no deja de
transmitirnos una serie de mensajes: con su postura, con su mirada y con
su sonrisa.
Al hablar, se multiplica el torrente de información que puede
contribuir a “flecharnos”, pero de todas maneras, solamente un diez por
ciento de la comunicación humana es verbal.
¿Cuál es el inconveniente de las relaciones virtuales? Pues que se limitan precisamente a ese diez por ciento.
Nadie puede enamorarse de una fotografía y nada más. Y los mensajes
que cualquier persona deja escritos en su perfil son solamente una
pequeña fracción de lo que tiene para decirnos.
Por ello, al hablar de relaciones virtuales, podemos hablar de que un
perfil determinado nos produce cierta intriga, curiosidad o incluso que
nos gusta.
Pero de ahí a hablar de amor hay un largo trecho. Es preferible
avanzar un poco más en la relación –escribirse mensajes, conversar,
verse cara a cara- para, entonces sí, ver si surge entre ambos el más
bello de los sentimientos.
Fuente:solterosenlared