Con el auge de las comunicaciones a través de la web, surgieron los
encuentros virtuales, los sitios para conocer personas, las redes
sociales, el chat… y también las relaciones casuales que, tal vez sin
cruzar el límite del contacto físico, se establecen al margen de la
pareja. Pero, ¿es posible hablar en estos casos de infidelidad?
¿Te has preguntado alguna vez cuáles son los límites que estarías
dispuesto a cruzar? Sigue leyendo esta nota para enterarte de más.
Los matices de las relaciones virtuales
Tal vez todo comenzó de manera inocente. Una persona que, aburrida en
el trabajo, curiosea en Internet y termina registrándose (bajo un
nombre falso) en un portal de citas. Sin que se lo haya propuesto,
comienzan a llegarle contactos, y alguien llama poderosamente su
atención. Tal vez todo se limite a un intercambio de mensajes, tal vez
se llegue a un chateo sexy o a intercambiar fotos subidas de todo. No
hace falta que todo derive en sexo virtual, cámara web de por medio,
para preguntarse hasta qué punto se está siendo infiel a la pareja, a la
que se tiene desde hace tiempo por “afuera” del ordenador…
Hay quienes ven en un coqueteo virtual una manera inocente de destapar las propias fantasías. Al contrario de lo que podría creerse, ser infiel de manera virtual funciona para ellos como la válvula de escape que evita que caigan en una verdadera infidelidad. Las fantasías, se sabe, son naturales en el ser humano, independientemente de su estado civil. Sin embargo, muchos de los que defienden su aventurilla virtual seguramente pondrían el grito en el cielo si uno de los perfiles en el portal de citas terminara siendo… el de su propia pareja.
Hay quienes ven en un coqueteo virtual una manera inocente de destapar las propias fantasías. Al contrario de lo que podría creerse, ser infiel de manera virtual funciona para ellos como la válvula de escape que evita que caigan en una verdadera infidelidad. Las fantasías, se sabe, son naturales en el ser humano, independientemente de su estado civil. Sin embargo, muchos de los que defienden su aventurilla virtual seguramente pondrían el grito en el cielo si uno de los perfiles en el portal de citas terminara siendo… el de su propia pareja.
Pero, ¿es realmente infidelidad?
La infidelidad es un concepto relativo, ya que en realidad depende
del acuerdo preexistente –sea explícito o tácito- entre los dos miembros
de la pareja. Si ambos están de acuerdo en mantener una relación
abierta, que alguno de los dos se acueste con un tercero no significa
que esté “engañando” a la pareja. Hay quienes intercambian parejas por
una noche o incluyen a una tercera persona en una relación ocasional. En
el otro extremo, hay quienes se sienten engañados incluso si su pareja
mantiene una amistad con alguien del sexo opuesto, o se ofenden si le
dirige un cumplido a alguien más…
En todo caso, ante una posible infidelidad virtual, pregúntate a ti mismo si te molestaría que tu pareja se enterara de lo que estás haciendo. Allí sabrás la respuesta.
En todo caso, ante una posible infidelidad virtual, pregúntate a ti mismo si te molestaría que tu pareja se enterara de lo que estás haciendo. Allí sabrás la respuesta.
Fuente: solterosenlared