Comportarse como un caballero, elegir el 'look' adecuado, escoger el sitio ideal... ¿Sabes organizar la primera cita perfecta?
Organizar una cita puede parecer mas fácil de lo que parece: dar con el sitio perfecto, acertar con las anécdotas o sonsacar alguna que otra sonrisa es una técnica que conlleva mucho de naturalidad, pero, al mismo tiempo, también practica. 'Ligar' en ocasiones puede ser cuestión de estrategia, y es por eso que resulte imprescindible tener algún que otro 'as en la manga' antes de lanzarte a organizar la cita de sus sueños. ¿Quieres algunos trucos? Sigue nuestros tips.
Antes de lanzarte, ten en mente un plan sencillo y casual: conseguir
una cita para tomar un café puede resultar mucho mas fácil que para una
cena romántica a la luz de las velas.... El nivel de compromiso a estas
alturas es aún muy delicado, así que, antes de lanzarte a la piscina,
es mejor andar con pies de plomo y guardarte los planes 'a lo grande'
para cuando conozcas más de cerca los gustos y hobbies de tu acompañante.
¿Qué me pongo? A menos que tengas pensado ir a un restaurante de lujo, lo más aconsejable es mantener un look lo más relajado posible: unos vaqueros y una sencilla camiseta pueden funcionar a las mil maravillas si eliges el complemento adecuado, como un bolso.bandolera o unos zapatos de firma.
Una vez establecido el punto de partida, el recorrido de la cita puede variar: si las cosas van bien, es posible que del café paséis a dar un paseo y de ahí a cenar. Por si acaso, ten preparada una lista de sitios a los que ir en caso de que la cosa se alargue: tener un mente un parque, un restaurante de cocina italiana o un bar de cócteles cercano, que puedan salvarte de interminables minutos decidiendo dónde ir. Eso sí: no fuerces las cosas, y si el plan se desarrolla por otros derroteros, simplemente, amóldate.
Acuerda una hora y un lugar para quedar, y no llegues tarde. Manténte relajado y sé tú mismo: no hay nada como dejarse llevar por el momento para crear un velo auténtico de fascinación. Si fuerzas las cosas, es posible que los nervios te jueguen una mala pasada. Y si aún asi metes la pata, no te agobies, y ríete de ti mismo. Reírse es la clave de la atracción.
Uno de los principales errores en las primeras citas, especialmente cuando a quien tenemos delante nos gusta de verdad, es narrar en voz alta toda la lista de cualidades por las que nos consideramos 'todo un partido': la tendencia a impresionar es algo natural, pero muchas veces puede degenerar en un exceso de confianza en nosotros mismos. Cuando detectes que esto sucede, intenta evitarlo y redirigir la conversión hacia otro tema.
Convertirse en el perfecto caballero ante sus ojos no es tan difícil si te atienes a los pequeños detalles: esperar a que ella se siente primero a la mesa, abrir la puerta del restaurante y ofrecerse a pagar por la cena o las copas. No se trata de que la trates como a una princesa, pero casi...
¿Qué me pongo? A menos que tengas pensado ir a un restaurante de lujo, lo más aconsejable es mantener un look lo más relajado posible: unos vaqueros y una sencilla camiseta pueden funcionar a las mil maravillas si eliges el complemento adecuado, como un bolso.bandolera o unos zapatos de firma.
Una vez establecido el punto de partida, el recorrido de la cita puede variar: si las cosas van bien, es posible que del café paséis a dar un paseo y de ahí a cenar. Por si acaso, ten preparada una lista de sitios a los que ir en caso de que la cosa se alargue: tener un mente un parque, un restaurante de cocina italiana o un bar de cócteles cercano, que puedan salvarte de interminables minutos decidiendo dónde ir. Eso sí: no fuerces las cosas, y si el plan se desarrolla por otros derroteros, simplemente, amóldate.
Acuerda una hora y un lugar para quedar, y no llegues tarde. Manténte relajado y sé tú mismo: no hay nada como dejarse llevar por el momento para crear un velo auténtico de fascinación. Si fuerzas las cosas, es posible que los nervios te jueguen una mala pasada. Y si aún asi metes la pata, no te agobies, y ríete de ti mismo. Reírse es la clave de la atracción.
Uno de los principales errores en las primeras citas, especialmente cuando a quien tenemos delante nos gusta de verdad, es narrar en voz alta toda la lista de cualidades por las que nos consideramos 'todo un partido': la tendencia a impresionar es algo natural, pero muchas veces puede degenerar en un exceso de confianza en nosotros mismos. Cuando detectes que esto sucede, intenta evitarlo y redirigir la conversión hacia otro tema.
Convertirse en el perfecto caballero ante sus ojos no es tan difícil si te atienes a los pequeños detalles: esperar a que ella se siente primero a la mesa, abrir la puerta del restaurante y ofrecerse a pagar por la cena o las copas. No se trata de que la trates como a una princesa, pero casi...
Fuente: hola.com