Encontrar la soñada “media naranja” es un anhelo natural, pero
que se incrementa en el caso de quienes ya han vivido relaciones que
terminaron en ruptura o en los que no las consiguen.
Nuestra sociedad propicia el que muchas personas se sientan solas, aunque estén rodeadas de gente. Aumenta el número de hombres y mujeres realizados profesionalmente, pero con un gran vacío sentimental.
Pero hay muchas etapas en el camino que transcurre entre la soledad y la perfecta compañía. Si te encuentras sola y no te vale cualquier relación o estás ya cansada de volcarte en el trabajo, ¿por qué no pruebas a cambiar el “chip”? Lo primero y fundamental es tratar de tener una actitud positiva hacia una misma y elevar la autoestima.
A continuación, será necesario revisar tus miedos, pues muchas veces somos nosotros mismos los que no nos damos permiso para que el encuentro se produzca. Abrirse a recibir de los demás será el siguiente paso, asegunrándote de que el “otro” representa para ti un compañero de ruta, alguien que va a recorrer contigo un tramo de tu vida. No se trata de ir delante ni detrás, simplemente es cuestión de caminar juntos.
Para encontrar la persona adecuada, la clave reside en ser uno mismo la persona adecuada. En este momento será cuando tengas que plantearte si te pasas la vida esperando que aparezca una persona maravillosa para que te aporte todo lo que te falta, porque quizá este sea el momento de descubrir que esa persona eres tú mismo.
¿ Es real el famoso mito del alma gemela? Por una parte, es necesario parecerse un poco para poder comprenderse, pero también hay que ser un poco diferente para poder amarse. La relación ideal incluye la integración de cuerpo, mente y alma.
Esa media naranja a la que nos pasamos media vida buscando ha de ser a la vez amigo, cómplice y amante. Y saber reírse juntos. Encontrar a alguien así no es fácil, pero tampoco imposible.
El alma gemela puede que exista o puede que no, pero seguro que quien sí existe ahora mismo es un hombre o mujer de carne y hueso que encaja perfectamente contigo. Piensa que esa persona también te está buscando a ti.
Quizá un cambio de actitud desde el interior propicie el que ese encuentro se produzca. Puede suceder en cualquier momento, pero seguro que ocurre justo cuando tú estés listo y preparado para ello.
Marisol Olba