lunes, 24 de junio de 2013

«Me encanta ver a mi mujer disfrutar con hombres más jóvenes que ella»

Un matrimonio ‘swinger’ cuenta sus experiencias en los locales de intercambio de parejas donde cada vez más personas acuden en busca de sexo libre

Locales de intercambio de parejas, pubs liberales o clubs ‘swinger’. Las acepciones para referirse a los establecimientos donde acuden parejas para charlar, tomar copas, bailar y sobre todo mantener relaciones con otras parejas son amplias, pero el concepto de base es el interés o la práctica de la poligamia. 
Las personas que frecuentan estos establecimientos se autodefinen como ‘de mente abierta’ y conciben su relación como algo que va más allá del sexo, «porque lo que prima son los sentimientos y la felicidad del ‘otro’» y aseguran que cumplir sus fantasías es una de las premisas para lograr esa felicidad. 
 
Según los datos del mundo ‘swinger’ (parejas que aceptan mantener sexo con otras parejas), más de un millón de españoles afirman mantener o haber mantenido relaciones con otras parejas, los mencionados intercambios, o buscan un tercero para satisfacer sus deseos sexuales. 
 
En Murcia, quienes se mueven en este ambiente afirman que cada vez son más las personas que con esta predisposición acuden a locales liberales para mantener relaciones fuera de la monogamia. 
 
«El cambio viene dado por los jóvenes que son quienes tienen menos tabúes y prejuicios», asegura una pareja liberal murciana que prefiere mantener el anonimato. Ambos reúnen algunas de las características propias de los ‘swingers’. Pareja poligámica con más de 20 años de relación que llevan más de una década manteniendo relaciones con otras personas. 
 
«Nosotros concebimos nuestra relación separando el sexo del afecto y eso nos ha proporcionado más solidez y confianza. Somos casi una pareja perfecta a la que le atrae el morbo. Para hacerte una idea, a mi me encanta ver a mi mujer disfrutando con un hombre más joven que ella», asegura el hombre.
Uno de los clubes que más frecuentan es el pub ‘Séptimo cielo’ situado en la pedanía murciana de El Raal. Sus propietarios indican que la tendencia va en aumento. Desde el mes de julio, cuando se pusieron al frente del local, han percibido un considerable incremento de clientes procedentes de fuera y dentro de la Región.
«El perfil de los clientes que vienen a nuestro establecimiento es muy heterogéneo, de cualquier profesión, edad y clase social. Desde un abogado a un obrero. Pero lo que tienen todos en común es el respeto y la educación. Cuando traspasan el umbral de nuestra puerta de entrada esas son las únicas normas que deben cumplir y que se cumplen. Esto no es Sodoma y Gomorra como mucha gente cree. Esto es algo más bonito y respetuoso», afirma la gestora del local.
 
Salvo eso, pocas cosas están prohibidas. Pasillo francés, cama redonda, cuarto oscuro, mazmorra, habitación de los espejos, incluso un jacuzzi. El local de 500 metros cuadrados es un santuario del morbo, motor que empuja a los clientes a practicar sexo con otras parejas y donde el voyeurismo está muy presente ya que la mayoría de las estancias están abiertas a cualquier cliente.