lunes, 3 de junio de 2013

El placer ya no es subjetivo

Como si el mercado de la carne no estuviera ya suficientemente difícil, sofisticado e impredecible, ahora aparece un instrumento de medición: el “orgasmómetro”. Así se llama, queridas lectoras, el nuevo instrumento de tortura, y como no podía ser de otra manera, sirve –y cito a los fabricantes– para “medir la duración, intensidad sonora y ritmo de los orgasmos”. El resultado final se mostrará en una pantalla, y –escuchen bien– ¡permitirá hacer una comparativa por provincias y rangos de edad!
El “orgasmómetro” es una aplicación para teléfonos móviles, disponible para iPhone y Android, que podrás llevar contigo allá donde vayas. Con este invento, se ha acabado la subjetividad, el sesgo que produce la pasión o la indulgencia maternal que algunas llevamos dentro. Ante la duda sobre el desempeño sexual del amante de turno, tendrá sacar tu registro y compararlo con todos los demás –confío que haya otras referencias, pues desde estas páginas siempre he apostado por la diversificación como estrategia vital–.

Decíamos que podrás establecer una comparativa por provincias y rangos de edad y, al cabo de un periodo de tiempo razonable, afirmar categórica, y respaldada por los datos: “Yo solo me meto en la cama con los de Pontevedra, de entre 30 y 49 años. Son unos cracks”. O advertir a una amiga: “Este de Alicante, que debe estar entre los 49 y 59 años, no es estadísticamente recomendable”.

Con esta aplicación, serás la gurú de los orgasmos propios y ajenos. Se acabó el opinar sin apoyar tus afirmaciones en cifras y estadísticas. En caso de que alguno se revele como un gran amante cuando debería ser un mindundi del montón, siempre podrás alegar que la excepción hace la regla.

La aplicación combinada con Meetic te ayudará a minimizar el riesgo de error, en cuanto a ejecución sexual se refiere. Del resto, los algoritmos matemáticos, no ofrecen ninguna garantía. No te confundas. Para nada es una señal de que el sujeto en estudio sea buena persona, quiera meterse en una relación seria o merezca una segunda oportunidad. Hombre, pero por algo hay que empezar.
Me parece interesante tener en cuenta que el “orgasmómetro” parece sacar sus conclusiones por los sonidos que se emiten durante el acto en cuestión. Según una encuesta que citan los fabricantes, “el 60% de los españoles asegura que grita al llegar al orgasmo, y un 25% de ellos reconoce que mucho”. No quiero pensar que del poder y la salud de las cuerdas vocales dependa la puntuación en este prodigio de las ciencias de la computación.

Según la marca que lanza el “orgasmómetro”, (un conocido fabricante de preservativos), cuánto más ruido y más movimiento haya durante el coito, más espectacular será el orgasmo. El tiempo en este caso
–dicen– no es lineal: “No por ser más largo el encuentro sexual es mejor. Solo tiene que durar el tiempo adecuado”.

Para hacerse con el “orgasmómetro” hay que saber que es un instrumento retador y desafiante. Pretende que se mejoren las marcas y, según aseguran sus fabricantes, es como tener “un entrenador personal” en la cama que luchará por sacar lo mejor de ti “midiendo los resultados de las relaciones sexuales e informado de la evolución experimentada”.

No se trata de quedarte en tu zona de confort, sino de comparar estadísticamente tu registro sexual con el de “la media de otras parejas del territorio nacional”, y superarlo, lo que te permitirá ir de digna por la vida. Total, para conseguirlo solo tienes que gritar un poco más. Que nada te detenga. 
Mujerhoy.com