miércoles, 12 de junio de 2013

La disfunción sexual, un síntoma de problemas del corazón

La disfunción eréctil en los hombres ya no es solo un problema con importantes consecuencias en el buen funcionamiento de nuestra vida sexual. Más allá de los placeres de alcoba, puede ser una alerta sobre posibles dolencias cardiacas que derivarían en graves problemas de salud cardiovascular, según un estudio realizado por la Fundación Española del Corazón (FEC) como parte de la campaña "Por ti, por mí, por el sexo con corazón".
La relación entre enfermedad cardiovascular y salud sexual no se produce únicamente tras sufrir un episodio cardiovascular, sino que puede preceder a la enfermedad, e incluso se convierte en un síntoma. Es el caso de la disfunción eréctil, un importante marcador precoz de riesgo coronario, ya que puede avisar hasta tres años antes de la aparición de una patología cardíaca.

La salud sexual de las personas que han sufrido un evento cardiovascular queda alterada. Así lo afirman la mayoría de los 120 pacientes que han respondido a una encuesta en la que han participado 30 asociaciones de pacientes coronarios de toda España. La mayoría de estos pacientes retrasaron el momento de mantener nuevamente relaciones sexuales tras haber sufrido un episodio cardiovascular y la principal razón fue el miedo. De sus comentarios, destaca que para la mayoría poder llevar una vida sexual satisfactoria resulta importante.

La disfunción eréctil y la enfermedad cardiovascular poseen prácticamente los mismos factores de riesgo, como es el caso de la hipertensión, la arterosclerosis, la obesidad, el tabaco, las drogas o el alcohol. Así, dos de cada tres hombres con hipertensión arterial tienen disfunción eréctil, y más de la mitad de los que poseen disfunción eréctil, tiene colesterol elevado, lesiones coronarias (el 40% posee oclusiones coronarias relevantes) y prueba de esfuerzo alterada.

En este sentido, según el Dr. Carlos San Martín, representante de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y secretario general de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual, “un 93% de los pacientes que tienen alguna enfermedad cardiovascular padecieron entre dos y tres años antes disfunción eréctil”, por lo que la disfunción eréctil podría predecir o alertar sobre muchas de las futuras enfermedades cardíacas. “Este dato”, añade el Dr. San Martín, “revela hasta qué punto esta disfunción es un importante marcador precoz del riesgo coronario y del desarrollo de una futura patología cardíaca”.
Prevención y tratamiento: dos pilares básicos

La disfunción eréctil, en sus diferentes niveles llega a afectar al 40% de los hombres mayores de 40 años, y se agrava con la edad. La prevención y la actuación sobre el estilo de vida, consumiendo una dieta saludable baja en grasas, reduciendo el consumo de alcohol, evitando el tabaco, perdiendo peso e incrementando la actividad física, es la primera actuación que debe tener en cuenta el paciente.

La prevención de estos factores de riesgo ayuda a la mejora de ambas patologías, tanto la cardiovascular como la disfunción sexual. “Prevenir los factores de riesgo cardiovascular mejora el flujo sanguíneo durante la erección, por lo que a un paciente con disfunción eréctil se le debería preguntar por su salud cardíaca y sus factores de riesgo cardiovascular”, explica el Dr. Javier Gracia Balaguer, presidente de la Sociedad Aragonesa de Cardiología.

En cuanto al tratamiento farmacológico, los inhibidores de la fosfodiesterasa 5 son los únicos fármacos orales disponibles en la actualidad para el tratamiento de la disfunción eréctil y son efectivos, seguros y, en general, bien tolerados. Su eficacia supera el 80% en cualquier grupo de edad, en cualquier grado de severidad de la disfunción eréctil y por cualquier etiología.

¿Por qué nos da vergüenza hablar de la disfunción eréctil?

Para la mayoría de los hombres encuestados, la vida sexual es importante y aunque el 42% afirma no tener ningún problema en hablar de disfunción eréctil, el resto aseguran que preferirían no tener que hacerlo por vergüenza o pudor (28%) o por desconocimiento (17,5%).

Según señala el Dr. Luis Rodríguez Vela, miembro de la FIU, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario Miguel Servet y profesor asociado de la Universidad de Zaragoza, "todavía vemos que hay cierta timidez a la hora de hablar de disfunción sexual en la consulta del médico. Saber que es un predictor de riesgo coronario ayudará a que los pacientes que se acerquen hasta nuestra consulta, de forma que abordaremos dos problemas al mismo tiempo, disminuyendo su riesgo cardíaco y mejorando su salud sexual”.
Fuente: Fundación Española del Corazón