Hay momentos en los cuales los hombres necesitan tiempo para
descargarse. Una buena ayuda idónea sabrá reconocer estos momentos y
sabrá qué hacer sin que se lo pidan, ya que por naturaleza, a los
hombres se les hace difícil articular sus sentimientos de una forma
detallada.
Esta es la perfecta oportunidad para negarte a ti misma,
poner tus necesidades momentáneamente a un lado y brindarle apoyo
incondicional. Solo bastará por un momento que le des toda tu atención y
cuidado antes de que él recobre sus ánimos y fuerzas para regresar a
llenar tus necesidades, como Dios se lo ha pedido.
La próxima vez que tu esposo llegue a casa muy cansado o cargado, usa algunas de estas ideas para fortalecerlo:
- Escúchalo
- Dale tiempo a solas, si es lo que quiere
- Bríndale compañía en silencio
- Ponte en su lugar
- Ponte de su lado
- No te quejes
- Anímalo
- Abrázalo
- Se paciente
- Crea un ambiente en el que pueda descansar
- Deja por un momento a un lado tu peso y sobrelleva el de él
- Ayúdale a tus hijos a brindarle paz y no intranquilidad